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No son dientes percudidos. Nada gracioso ¿no?
Con una buena serigrafía usted nunca perderá el registro, los colores se mantendrán inalterables, no se empastará la tinta, no se abrirá la trama y sobre todo, no le quitará la sonrisa. Enrique Chao, la serigrafía que puso la excelencia como meta. |
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No
son labios mal pintados. Qué payasada ¿no?
Con una buena serigrafía usted nunca perderá el registro, los colores se mantendrán inalterables, no se empastará la tinta, no se abrirá la trama y sobre todo, su trabajo no será una payasada. Enrique Chao, la serigrafía que puso la excelencia como meta. |
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No es
rimmel corrido. Dan ganas de llorar ¿no?
Con una buena serigrafía usted nunca perderá el registro, los colores se mantendrán inalterables, no se empastará la tinta, no se abrirá la trama y sobre todo, no tendrá ganas de llorar. Enrique Chao, la serigrafía que puso la excelencia como meta.
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